Críticas a los terrores visuales

Después de haber leído el libro esto no son las torres gemelas, de la autora María Acaso, he estado investigando sobre imágenes, de las cuales he encontrado los siguientes terrores visuales:

¿Qué nos dice esta primera foto? ¿Qué vemos en ella? Las imágenes que presento a continuación duplican el terrorismo visual a la primera imagen. Son imágenes que nos rodean a diario. En nuestra vida cotidiana podemos cruzarnos con 800 imágenes de este tipo al día.

Los hipermercados y las grandes superficies nos tienen absorvidos por su distribución y sus conocidas "marcas blancas", las cuales nos hacen creer que disponen de precios más económico y mejor calidad cuando realmente no es cierto, pero no somos consciente de ello. Únicamente vemos lo que ellos quieren que veamos.

Igual ocurre con los escaparates. No vemos sus productos ni su calidad y a veces ni siquiera el esfuerzo de su decoración. Únicamente captamos el lujo, la iluminación, el tamaño, etc.

¡Pensemos bien! ¿En cuál de las dos imágenes está la realidad? ¿Y la hiperrealidad? (I,m lovin' it) . La hiperrealidad se contradice radicalmente con la realidad. Con la publicidad de la foto de la izquierda se percibe el terror de cuerpo a no estar gordo/a. Las grandes compañías multinacionales se encargan de que percibamos esta primera imagen para promocionar sus "fantástico" y ricos productos. Pero mas tarde resulta  que salimos de Mc donnald y no tenemos el cuerpo y los pechos que figuran en ese póster. ¿Quiénes son los encargados de que volvamos a caer en el error de su publicidad? .....

Algunos terrores del cuerpo:

Terror a no estar gordo/a:  

Este terror es la principal metanarrativa a través de lenguaje visual en la cutura occidental. Especialmente el terror a estar gorda, es un terror diseñado para las mujeres, el cual se une al terror a ser vieja y al terror a ser mujer. Yo misma a la hora de seleccionar este tipo de imágenes automaticamente he cogido más imágenes de mujeres que de hombres.

Estar delgada es una norma visual implícita (María Acaso, 2006; Esto no son las torres gemelas). Nadie nos dice de formar directa que tengamos que tener una talla 36, pero cuando todas las mujeres que aparecen en los medios tienen un aspecto físico de esta talla, cualquier mujer comienza a sentirse insegura por no ser como aquellas que nos transmiten como "más fáciles de mirar". 

 

 

Terror al pelo:

    Mujeres: Tortura de la depilación

 

Hombres: Miedo a quedar calvo

Terror a los genitales pequeños:

Mujeres de pecho generoso abundan como metanarrativa visual en el cine desde los años 40. Pero desde los 80  los avances y la masificación de la cirugía estética han posibilitado protesis de silicona de tamaños monstruosos.

En el caso de los hombres el terror se relaciona con el tamaño del pene, algo que ha permanecido en los varones de todas las cultura de forma permanente.

Curiosamente tendemos a relacionar en los hombres su "belleza" (delgadez, músculo, ojos claros, pelo en la cabeza, etc) con el tamaño del pene. Oigo continuamente en mujeres y chicas de diferentes edades decir: ¡no esperaba que tuviese un pene pequeño! En este caso asocian el pene al terror a no estar gordo, están asociando pene con músculos fuertes, con delgadez. Y yo me pregunto; ¿qué tiene que ver la anatomía natural con la artificial?

Terrores del cuerpo en publicidad masculina:

Terrores de clase:

Terror a no ir de marca:

 

 Terror a no tener un coche como el de un famoso: Este terror aunque no se encuentre dentro de la clasificación que hace Acaso en el libro, lo he puesto así porque lo considero muy común dentro de la actualidad.

 En esta imagen vemos como la publicidad de un famoso puede hacernos sufrir a la hora de comprar un coche. Aunque no tengamos capital para un coche de este tipo y estemos mirando uno de casa, sufrimos cuando miramos coches de gama normal. Es muy probable que nos vengan estas imágenes a la cabeza y surge el terror de no tener el coche de un famoso. En este caso también podría darse el terror a no ser famoso o deportista profesional, y si el "vecino" se ha comprado un coche similar al de esta imagen hablamos de otro terror de clase más.

Terror a no estar tecnológicamente adaptado/a: 

 La publicidad que hacen las empresas de nuevas tecnologías vuelven a ponerse en contacto con el terror a no estar gordo, y a no estar viejo entre otros:

 

Terrores culturales:

 Terror a no ser blanco y a ser negro:

Terrores políticos:

Terror al tercer mundo:

 Un terror muy común es el miedo a visitar países del tercer mundo y sus paísajes cuando vemos en televisión fotos similares a ésta. 

Sin embargo la imagen que adjunto abajo, es una "playa paradisíaca" situada en un país africano. Cuando la sociedad ve fotos de este tipo, el miedo o terror al tercer mundo tiende a desaparecer, e incluso se sufre el terror de clase a no poder ir de vacaciones a estos lugares porque sean caros o por otras causas....Y también en esta imagen incluso se da el terror a no estar gorda y a hacer ver a la mujer como "objeto sexual".

 

Terrores religiosos:

Terror a ser musulmán:

Estas son las imágenes de países mulsumanes que continuamente podemos ver a través de los medios de comunicación, las cuales nos crean el terror a ser uno de ellos/as.

Mensajes que captamos de esta religión:

Terrores visuales ocurridos a lo largo de la historia, en los cuales pueden distinguirse: Terrores de clase, terrores religiosos y terrores políticos:

 

También en los objetos a veces figura el terrorismo visual, aunque el objeto pueda resultar simpático y no deje de ser artísticos, prevalece el terror cuando lo estamos observando: 

A menudo encontramos en redes sociales mensajes, los cuales pretenden eliminar  terrores visuales pero no lo consiguen, debido a que utilizan la imágenes inapropiadas, las que continuamente dan lugar a  terrores visuales:

 Una forma de evitar llegar a los terrores visuales, es mediante un procedimiento de lectura llamado método MELIR, que es un método que nos permiten leer las imágenes que nos rodean. Este método consiste en seguir los siquientes pasos:

1. Mirar durante más de 5 segundo la imagen y clasificarla según su función.

2. Hacerte cinco preguntas claves: ¿Cómo ha llegado esta imagen hasta mi? ¿Qué estructura física alberga al producto visual? ¿Cómo se ha construído la imagen? ¿Es accesible? ¿Quién es su autor?

3. ¿Metanarrativo o micronarrativa?

4. Identifica el tipo de terror.

5. Decide si te conviene interiorizar el mensaje o no.

Espero que mis hijos sean capaces de leer las imágenes del futuro (Acaso, 2006).